martes, 12 de agosto de 2008

El Malecón Libre: Un Lugar para Disfrutar


El Malecón Libre es el lugar ideal para compartir en familia, en pareja y entre amigos, ya que, ofrece las condiciones necesarias para el libre esparcimiento del espíritu.

Con más de cuatro años de existencia, este espacio ubicado en la avenida Gorge Washington del Distrito Nacional , entre las avenidas Roberto Pastoriza y Máximo Gómez, cuenta con el apoyo de las autoridades del Ayuntamiento de esta localidad, la Autoridad Metropolitana de Transporte, la Defensa Civil y otras instituciones públicas.

Malecón Libre comienza a partir de las 8:00 de la mañana, cuando minutos antes se empiezan a poner las vallas en las diferentes calles paralelas a las avenidas Roberto Pastoriza y Máximo Gómez. Con un lugar despejado, solo se dejan pasar los vehículos que van a llevar mercancías para vender o equipos para montar.

En toda la mañana se observa escasa presencia de visitantes, pero es a partir de las 2:00 de la tarde cuando el lugar comienza a tener vida, llegan personas de todos lados y las actividades como baloncesto, la plaquita, volleiball y otras recobran vigor.

A las 6:30 de la tarde, en medio de la fresca brisa del mar, el fuerte olor a salitre y el vaivén de las olas, los niños que visitan Malecón Libre se pasean en sus bicicletas a todo lo largo de la avenida Gorge Washington desde el Hotel Continental hasta la Máximo Gómez, en tanto otros con sus padres abandonan el lugar.

La oscuridad en gran parte del sur de la avenida no interrumpe el deleite de niños y adultos de ver la película “El Rey León”, proyectada al aire libre frente al Hotel Meliá.

El disfrute de montar una bicicleta en familia es común en el lugar. Estas tienen capacidad para cuatro y seis personas y son alquiladas por vueltas a RD$30.00 y RD$50.00 respectivamente, que además de compartir en familia o entre amigos, les sirve de relajamiento muscular.

Los más pequeños montan velocípedos y los más adultos bicicletas y sin temor a que los sorprenda un vehículo, éstos se pasean de un tramo a otro de la larga y angosta avenida.

Una buena literatura no pudo faltar en Malecón libre, cuentos, revistas, libros de historias, enciclopedias y otros eran vendidos, las personas la observaban, ojeaban y compraban a su gusto y posibilidades.


El espacio habilitado por el Ayuntamiento del Distrito Nacional no solo sirve para diversión, sino también como punto de encuentro no programado para aquellos que tenían mucho sin verse y el lugar los junto.

El correteo de los niños es constante, saltan bancos, hacen rondas y juegan en cadenas.

A las 7:12 de la noche, a ritmo de Reggueton, bailan los niños en una carpa bien iluminada para la ocasión, colocada frente al Hotel Jaragua, mientras los adultos observaban atónitos el talento de los chiquitines.

“Esta carpa está todos los domingos”, dice un Policía Municipal de apellido Soto. En tanto explica, que Malecón Libre tiene más de cuatro años en funcionamiento.

Comenta que comienzan a montarse antes de las 8:00 de la mañana y cierra a las 10:00 de la noche, advirtiéndoles minutos antes del cierre a los presentes que ha llegado la hora de terminar con el conclave para dar acceso al paso vehicular.

Explica que existe una buena seguridad en el lugar, policías municipal, agentes de la Amet y otros efectivos patrullan lo patrullan. “Casi no se producen problemas aquí”, argumenta, mientras dice que la delincuencia es baja allí, dada la gran presencia policíaca y, que regularmente es en la Plaza Guibia que se juntan algunos delincuentes, pero se es invita a salir del lugar y sino quieren pues se les arresta.

“Siempre se hacen actividades”, manifiesta, resaltando una actividad que se llevará a cabo el próximo domingo 3 de diciembre.

7:22 de la noche, sonriente y alegre, es empujada por el pavimento una chica en su silla de ruedas por dos jóvenes, que al igual que ella disfrutaban del Malecón Libre.

A las 7:40 dos hombres transitan a alta velocidad en un motor, mientras dos agentes que custodiaban una ambulancia le voceaban “heeeyyyy…” para que pararan al tiempo que se comunicaban por radio con otros agentes, pero los mismos hicieron caso omiso.
En el Malecón Libre no solo juegan los que saben, sino aquellos también que tienen la oportunidad de aprender algún juego nuevo o montar patines, bicicletas u otros.

El público se deleita escuchando a quienes gustan del canto, en una tarima ubicada frente a la Plaza HM, Parada Cervecera. A nivel de karaoke son colocadas las canciones. Aquel que canta mal tiene la misma oportunidad del que canta bien y ambos son aplaudidos.

Los presentes disfrutan de las canciones, mientras comen un rico hot dog, un algodón dulce, helados, palomitas de maíz, pizzas, jugos, refrescos y cuanto se les antoje comer.

La noche es ideal para la venta de pulsera y collares lumínicos y de otro material, además de chichiguas y otros objetos que interesan al que gusta comprarlos.

Los animales también tienen cabida en el Malecón Libre, éstos se pasean con sus dueños felizmente y sirven de entretenimiento para niños y adultos.

A las 8:38, repentinamente coligen una ciclista y un patinista, quienes sin darse cuenta estaban echados en el pavimento, pero como si nada hubiese pasado se pararon y como nada grave les pasó, sonrientes al igual que todos los que observaron el choque, continuaron su recorrido.

A medida se acercaba la hora del cierre del lugar, las personas gustosamente y con el mismo ánimo de darse cita el próximo domingo, empezaban a retirarse.

El Malecón Libre a través del tiempo se ha convertido en el espacio perfecto para la familia dominicana compartir con sus seres queridos, sirve de ejemplo para las otras sindicaturas del país y da paso a nuevos proyectos de esparcimiento, como son los “Parques Las Canquiñas”, otros lugares para disfrutar.

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